La actitud: Junior superó a los “12 del Santa Fe”
Sí, a los once del cuadro capitalino se le sumo el antioqueño Adrián Vélez quien hizo todo lo posible por no ver perder a “su equipo santafereño”.
Al acostumbrado sufrimiento que tiene Junior a sus seguidores se sumó la de la noche del jueves la de la Copa Colombia o Copa Águila lograda por primera vez frente al Santa Fe en la capital del país.
La derrota 1-0 ante los santafereños fue sostenible con la diferencia de 2 goles con que había ganado Junior en Barranquilla una semana antes. Aunque este triunfo admite una enorme alegría y satisfacción porque se consiguió ante un rival que jugó todo el partido con 12 jugadores. Sí, a los once del cuadro capitalino se le sumo el antioqueño Adrián Vélez quien hizo todo lo posible por no ver perder a “su equipo santafereño”. Tal parece era la consigna de este árbitro que no disimuló su parcialidad y estuvo siempre dispuesto a que los bogotanos tuvieran otra suerte.
Por fortuna, esta vez, y hay que reconocerlo, Junior mostró la disposición que le ha faltado otras veces. Esa noche, el equipo rojiblanco no se dejó doblegar por la fuerza mal intencionada de su rival en la cancha y la mano oscura y complacencia de un árbitro que no se preocupó por disimular su inclinación y al que lo único que le faltó fue tomar el balón y meterse con él, dentro del arco “Tiburón”.
Muchos de los triunfos del equipo Junior, como se ha hecho costumbre, se consiguen en medio del drama, del sufrimiento y de la desesperación no solo por la imposibilidad de conseguir el gol que pueda cambiar el momento, sino porque se sabe que además hay que pelear contra la mano negra de los árbitros que se ensañan contra los intereses del equipo barranquillero.
Con Adrián Vélez se volvió a corroborar esta sentencia arbitral. Su actuación sin duda, quedará juzgada por los miles y miles de televidentes que presenciaron el juego. Pero también para los directivos del fútbol: Dimayor y la propia Comisión de Árbitros de Colombia. Si son consecuentes y de verdad quieren purificar este organismo de jueces del fútbol, a éste árbitro deberían sancionar ejemplarmente, suspendiéndolo muchas veces o marginándolo definitivamente; pero siempre y cuando esta sanción vaya acompañada con la respectiva nota explicativa del porqué la sanción. Y Ojalá dada a conocer públicamente.
Hoy debemos resaltar la victoria juniorista porque se impuso no solo a la fuerza malintencionada de los santafereños sino también a la inocultable parcialidad del árbitro Adrián Vélez.
Y ratificar nuestra creencia de que cuando se trabaja y se llega al juego con disposición y mística ovalada, por muy difícil que sea el enemigo, la victoria está más cerca de conseguirse. Para Junior esta es la victoria número tres para conseguir titulo. La primera fue en 1977 en la primera estrella cuando se venció allí mismo en El Campín 3-1 al mismo Santafé.
Luego en 1995 cuando Junior se coronó en la capital ante el mismo rival aunque perdiera ese último juego 3-1. Y esta de ahora que nos devuelve confianza y la creencia que también en plaza extraña por difícil que sea, los triunfos también son posibles.
Al cuerpo técnico felicitaciones porque todos ellos supieron asumir y valorar la importancia de esta competencia, contrario a lo que pensaron técnicos como Julio Comesaña y “El zurdo” López que desdeñaban y no le daban importancia a esta competencia bajo el argumento de que solo les servía para foguear jugadores.
Ojalá que este título de la Copa Colombia o Copa Águila en la que se compite con equipos A y B, sirva para que el onceno rojiblanco se anime a buscar la octava estrella, esa sí, por la Liga profesional. A los jugadores, felicitaciones por la mística puesta de manifiesto. Recordándoles que todo es posible cuando hay actitud, como la demostrada. Y para que Alexis Mendoza y sus compañeros del cuerpo técnico ahínquen esfuerzos para conseguir el campeonato que hace cuatro años está esperanzado la hincha de Barranquilla y todo el Caribe colombiano.